Existe demasiada disparidad en esta dupla para pensar en una relación a largo plazo. Es posible que Piscis encuentre muy graciosas las ocurrencias de Aries y que este último se sienta cautivado por los buenos modales y la tranquilidad de Piscis. No obstante, cuando las necesidades afectivas de Piscis comiencen a emerger, Aries no podrá controlar la situación y puede que decida marcharse.
Piscis es un signo que se alimenta del romance y le cuesta mucho vincularse desde una perspectiva diferente al apego. A su vez, es demasiado melancólico y su pasado está siempre presente. Ante este panorama, Aries no sabrá qué hacer, ya que difícilmente se acuerde de lo que hizo ayer, dado que su mira está siempre puesta en el aquí y ahora, y en el futuro inmediato.
El pez intentará absorber a Aries y, sin darse cuenta, lo desalentará a seguir sus sueños, puesto que estos solo abrirán una brecha más grande aún en la pareja.
Aries hará su intento por hacer que Piscis se motive y encuentre una actividad que despierte en dinamismo en su persona, pero será en vano. El pez es demasiado perezoso y su ritmo es tan lento, que tarde o temprano terminará por exasperar a Aries.
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